Auditoria Forense - articulo publicado por el prestigioso portal antilavadodedinero.com
Por @machadoroy
¿Por que los
empleados cometen fraude?
El
criminólogo Donald Cressey propone una teoría para explicar las razones que
llevan a un trabajador a cometer una estafa. La presión, la debilidad en los
controles internos y el resentimiento constituyen una combinación explosiva
para cualquier empresa
Las empresas
siempre se preguntan: ¿por qué los empleados cometen fraude? Uno de los modelos“Triángulo del fraude”.
de
La fórmula
ideada por el experto norteamericano identifica tres factores que suelen estar
presentes cuando un trabajador perpetra una estafa:
1.- La
presión. El empleado tiene algún problema financiero que no puede resolver
a través de medios legítimos, como sus honorarios profesionales o
remuneraciones justificadas de trabajo. Esta situación origina una necesidad
económica.
2.- La
oportunidad. Se registra cuando el empleado busca la manera de usar o
abusar de su posición de confianza, con la percepción de que el riesgo de ser
sorprendido es bajo. Considerado el acto
ilícito libre de riesgos, puesto que los controles internos sobre los activos o
el dinero son débiles, aumenta la probabilidad de que se cometan fraudes.
Cressey también
desvela las causas detrás de esa oportunidad:
El
exceso de confianza, que ocurre generalmente con algunos empleados cercanos a
sus jefes o dueños de la organización. Tienen la autorización de sus patronos
para imitar la firma, realizar transferencias bancarias de la cuenta de la
empresa, etc.
El acceso
privilegiado que ostentan algunos empleados para abrir cuentas, cambiar firmas,
revisar bases de datos y archivos confidenciales, etc.
La
falta de control es uno de los motivos que impulsan a cometer inicialmente
irregularidades administrativas y luego actividades ilícitas, pues se piensa
que no hay posibilidad de ser descubierto.
3.- La racionalización.
Es el proceso mediante el cual quien comete fraude legitima o justifica su
acción.
Los argumentos
esgrimidos para validar esas desviaciones son:
El motivo
ideológico, que induce a las personas a mantener pensamientos o ideas confusas,
sugiriendo un razonamiento erróneo al tratar de convertirse en “Robin Hood” y
afirmar: “cometo fraudes para ayudar a los pobres y desamparados”.
El
sentimiento de injusticia que aflora en algunos empleados por un supuesto trato
injusto, originado por la falta de reciprocidad entre empleador y empleados. Se
aduce trabajos extras sin recompensa e incentivos no cumplidos, generando así
desmoralización y revanchismo contra la propia institución. El fraude emerge
como respuesta o salida a la inconformidad.
En 2004 este “Triángulo
del fraude” adquirió otra arista, cuando se concluyó que adicionalmente el
desfalcador requiere de la “capacidad necesaria” para ejecutar su fechoría.
Por el
principio
Cuando estos
factores coinciden, se abre la posibilidad de que el trabajador cometa un acto
ilegal como robo de efectivo o un activo, falsificación de una firma en un
cheque, o la creación falsa de algún asiento contable para encubrir una
irregularidad. Todo esto lo puede realizar un empleado como medio para resolver
su problema o necesidad económica, utilizando la oportunidad que se le presenta
y usando como excusa la racionalización errónea que intenta justificar su mal
obrar.
Cuando una
organización descubre un fraude de dinero o de activos, las probabilidades de
recuperarlos son pocas. Pero aún así, hay que medir el impacto de esta acción,
el perjuicio para la imagen, la reputación interna y externa, y la
credibilidad, elementos que pueden afectar la capacidad de la empresa para
seguir operando. En tal sentido, se debe fortalecer los principios
organizacionales y los valores de los integrantes de la institución.